El final del año político trae consigo cambios significativos en el gabinete provincial, según fuentes cercanas al gobierno de Gustavo Sáenz.

Las expectativas apuntan a una renovación profunda que afectaría no solo a ministros y secretarios, sino también a cargos de menor rango.

Este movimiento estratégico se produce en un contexto marcado por la inminente llegada de elecciones provinciales y nacionales en 2025, escenario que promete ser altamente competitivo.

El gobernador Sáenz anticipó estos cambios durante el mes de noviembre al afirmar que a fin de año habrá modificaciones en su equipo de trabajo.

La gestión del mandatario se ha visto desafiada por diversos factores: la pandemia, la sequía, una crisis económica persistente y recortes drásticos en fondos provenientes del gobierno nacional bajo la administración de Javier Milei.

Pocos tienen la continuidad asegurada, se escucha en los pasillos del poder provincial, indicando que el panorama es incierto para muchos funcionarios.

Los nombres de Mario Peña, ministro de Turismo, y Marcelo Domínguez, ministro de Seguridad, suenan como posibles salidas del gabinete.

También se especula con la partida de Luis María García Salado, secretario de Justicia, un histórico colaborador de Sáenz desde sus tiempos como intendente de la ciudad de Salta.

Gonzalo Macedo, quien ocupa el cargo de titular de Vialidad Provincial, también sería parte de los cambios.

Dos figuras se mantienen firmes: Sergio Camacho, ministro de Infraestructura y coordinador de Enlace y Relaciones Políticas, un hombre de confianza para el gobernador; y Roberto Dib Ashur, a cargo del Ministerio de Economía y Servicios Públicos, reconocido por su gestión en la renegociación de la deuda externa.

Camacho acumula poder y responsabilidades, afirman fuentes cercanas al gobierno, mientras que Dib Ashur es considerado el responsable del equilibrio económico durante la administración provincial.

El panorama político se torna complejo para el gobernador Sáenz, quien busca consolidar su base de apoyo frente a una oposición cada vez más agresiva, especialmente por parte del movimiento libertario liderado por Javier Milei.