El ex obispo Gustavo Oscar Zanchetta, sentenciado en 2022 a cuatro años y seis meses de prisión por abuso sexual simple continuado agravado, ha generado controversia al obtener autorización para viajar a Roma, Italia, a fin de recibir tratamiento médico debido a problemas cardíacos e hipertensión arterial.
Esta decisión ha sido criticada por amplios sectores de la sociedad como un acto de privilegio que revictimiza a las víctimas y pone en evidencia una posible falta de equidad en el sistema judicial.
Zanchetta, quien fue condenado por abusar de seminaristas de la Diócesis de la Nueva Orán, se encontraba detenido en el Monasterio Virgen del Valle, un centro de reclusión con condiciones especiales.
Su traslado a Italia para recibir atención médica ha generado indignación y repudio entre las víctimas y organizaciones que luchan contra los abusos en la Iglesia.
Estas acciones de privilegio vulneran aún más y revictimizan a lxs sobrevivientes que ponen su cuerpo, su voz y valentía cada día de lucha, señaló la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de Argentina en un comunicado.
El caso de Zanchetta ha sido uno de los más emblemáticos dentro de la Iglesia argentina, exponiendo no solo los abusos cometidos, sino también las posibles redes de protección que, según críticos, aún benefician a figuras como él.
Para algunos analistas, este permiso para viajar a Italia se percibe como un ejemplo claro de las desigualdades en el sistema judicial, donde individuos vinculados a instituciones de poder parecen gozar de un trato especial.
El caso Zanchetta no solo revive el dolor de quienes fueron víctimas, sino que también refuerza la urgente necesidad de que el sistema judicial actúe con mayor equidad y firmeza, sin ceder ante presiones o influencias externas, declaró un especialista en derecho penal.
La situación ha reabierto el debate sobre la justicia para las víctimas de abuso dentro de la Iglesia católica en Argentina y ha generado una ola de protestas exigiendo respuestas y medidas efectivas para prevenir futuros casos.