La Luna ha vuelto a cautivar la mirada del mundo con su espectáculo astronómico más reciente, la llamada Luna de Castor.

Este fenómeno, que ocurre cuando la Luna llena coincide con su punto más cercano a la Tierra, conocido como perigeo, ha sido objeto de fascinación y estudio desde tiempos inmemoriales.

A lo largo de la historia, diversas culturas han dedicado atención particular al ciclo lunar.Los antiguos mayas, por ejemplo, desarrollaron un calendario preciso basado en las fases lunares, mientras que grupos indígenas de América del Norte le atribuían nombres a cada plenilunio, muchos de los cuales aún se utilizan hoy en día.

La Luna de Castor, bautizada así por la coincidencia con la época en que los castores construyen sus presas antes del congelamiento de los ríos, marcaba el final de una serie de cuatro superlunas consecutivas, un evento poco común que ha generado gran expectación entre los amantes de la astronomía.

Las superlunas son eventos espectaculares que nos recuerdan la grandeza del universo y nuestra conexión con él, comenta el Dr. Carlos Sánchez, experto en astrofísica.

Aparte de su belleza visual, estos fenómenos también ofrecen a los científicos una oportunidad única para estudiar la dinámica lunar.

Más allá de su interés científico, las superlunas tienen un profundo impacto emocional en muchas personas, evocando sentimientos de asombro, maravilla y conexión con el cosmos.

Las imágenes de la Luna de Castor brillando intensamente en el cielo nocturno han recorrido las redes sociales, compartiendo la experiencia con millones de personas alrededor del mundo.