El quiebre en la relación entre el presidente Javier Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, ha generado un terremoto político que sacude las bases del gobierno.
Milei, en una declaración contundente a LN, reveló la frialdad de su vínculo con Villarruel, afirmando que ya no se hablan más allá de cuestiones institucionales y que ella misma decidió alejarse de las reuniones de Gabinete.
Acusó a Villarruel de haber abandonado el libertarismo para acercarse al círculo rojo o la casta, dos grupos que Milei abomina.
Desde el entorno de Villarruel, se reconoce que las declaraciones de Milei fueron sorpresivas y sorprendieron a la vicepresidenta.
Si bien figuras como Manuel Adorni y Guillermo Francos han intentado bajar el tono del conflicto, en el Gobierno se reconoce que no hubo malentendidos ni ambigüedades en las palabras del presidente.
Ante la situación, Villarruel ha estado evaluando si responder públicamente a las acusaciones de Milei y, de hacerlo, qué tono adoptaría y qué medios utilizaría.
Fuentes cercanas a la vicepresidenta confirmaron que se preparará una respuesta para aclarar algunas cuestiones, aunque aún se desconoce cuándo será emitida.
No obstante, fuentes aseguran que Villarruel no tiene intención de renunciar a su cargo ni de generar más disrupción política.
El origen del distanciamiento entre Milei y Villarruel se remonta a la primera campaña electoral libertaria en 2021, cuando la tensión entre ambas ya era palpable.
Si bien inicialmente Javier Milei no tenía problemas con Villarruel, la mala relación con su hermana, Karina Milei, fue minando el vínculo entre ellas.
Un primer punto de tensión se dio durante el cierre de listas del año pasado, cuando los asesores de Milei otorgaron espacios privilegiados al massismo en Buenos Aires, desplazando a Villarruel.
La situación se agravó cuando Milei nombró a Patricia Bullrich y Luis Petri como Ministros de Seguridad y Defensa, dos carteras que inicialmente habían sido prometidas a Villarruel.
La vicepresidenta ha estado ausente en las reuniones de Gabinete, llegando un punto en que no regresó más.
Asesores cercanos a Villarruel afirman que el círculo íntimo de Milei (a quien denominan triángulo de hierro) la marginó de los espacios de poder.
Villarruel considera que Milei no ha mantenido el mismo silencio que ella durante estos meses.Desde su asunción en el Senado, solo se ha expresado públicamente una vez, en un reportaje con Jonathan Viale en TN, donde planteó disidencias respecto a temas como el aumento de los sueldos de los senadores y la modificación de la Ley de Seguridad Interior por parte del Ministerio de Defensa.
Un alto funcionario del Gobierno reconoció que Villarruel no tiene injerencia en las políticas gubernamentales ni ha recibido ningún espacio para colocar a su gente en el gabinete.
Incluso, se aseguró que su alta valoración en las encuestas no se traduciría en votos electorales para el partido libertario.
La ruptura entre Milei y Villarruel representa un desafío significativo para el gobierno, ya que pone de manifiesto la fragilidad del vínculo que los unió durante la campaña electoral.
El futuro de esta alianza política aún está incierto, y las próximas semanas serán cruciales para determinar su destino.