Miles de trabajadores del sector transporte paralizaron diversas actividades en todo el país, en un reclamo contundente contra las políticas del gobierno y su impacto en los salarios y las condiciones laborales.

La jornada, convocada por la Mesa Nacional del Transporte, contó con adhesión de 85 entidades gremiales, entre ellas camioneros, aeróbicos, maquinistas, portuarios y taxistas, quienes manifestaron su disconformidad con el rumbo económico actual.

La ausencia de algunos sectores clave, como los de Comercio y la UTA, generó tensiones internas y debates sobre la estrategia a seguir en futuras protestas.

Omar Maturano, líder de La Fraternidad, calificó el paro como un rotundo rechazo a las políticas de ajuste del Gobierno y su ataque a las organizaciones sindicales, destacando el alto nivel de adhesión como muestra de unidad.

Pablo Moyano, camionero y miembro del triunvirato de la CGT, también celebró la participación masiva y lo definió como el inicio de un plan de lucha que va a llevar adelante la Mesa de Nacional del Transporte.

Reconoció las diferencias internas: La CGT somos todos.La mitad quiere dar lugar y la mitad de la Secretaría quiere confrontar, dijo en referencia a la decisión de algunos sectores de negociar con el gobierno en vez de adherir al paro.

La tensión se manifestó con críticas entre los líderes gremiales.Pablo Biró, de APLA, cuestionó públicamente la actitud del secretario general de la Unión Ferroviaria y titular de la CATT, Sergio Sasia, por su apoyo a la privatización del Belgrano Cargas.

Él apoya la privatización, está llevando directores a la futura privatización del Belgrano Cargas y dice que el mejor paro es el que no se hace.

Yo con esos dirigentes no quiero compartir nada, expresó Moyano en un duro reproche.Por su parte, Juan Carlos Schmid, líder de los portuarios, criticó a Roberto Fernández, titular de la UTA, por vacilaciones durante las negociaciones y paros previos.

La interna del movimiento obrero se complica aún más ante el avance del gobierno de Javier Milei con sus medidas económicas.

La falta de acuerdo entre los gremios en torno a la estrategia a seguir genera incertidumbre sobre el futuro de las protestas y su impacto en la situación política del país.