Cada año, la ciudad de Salta se transforma en un escenario vibrante donde la tradición italiana cobra vida con una celebración única: el Carnaval de Venecia.
Este sábado, la Sociedad Italiana Zuviría abrirá sus puertas para ofrecer un viaje a través del tiempo y la cultura italiana, recreando la atmósfera mágica de este icónico evento.
Con el objetivo de brindar al público una experiencia inmersiva, los asistentes serán recibidos por coloridos personajes venezianos en las escalinatas del edificio, declarado patrimonio histórico de Salta.
Un espectáculo que promete transportar a los presentes a la época dorada del Carnaval de Venecia, donde la libertad y la alegría reinaban durante días enteros.
El Carnaval de Venecia es mucho más que una fiesta, afirma el historiador local, Juan Pérez.Es un símbolo de liberación, una celebración donde las diferencias sociales se desvanecen bajo la máscara.
En Salta, buscamos revivir esa esencia, ofrecer a los salteños una experiencia única llena de color y tradición.
La noche culminará con el gran desfile veneziano, un despliegue de creatividad y belleza que llenará la Sociedad Italiana de ritmo y energía.
La cena, amenizada por la destacada artista Magdalena Soria, recorrerá los distintos estilos del cancionero italiano, complementando el ambiente festivo con sabores auténticos de la gastronomía tradicional.
El origen del Carnaval de Venecia se remonta a 1296, cuando el gobierno veneciano declaró festivo el día anterior al inicio de la Cuaresma, ofreciendo al pueblo un respiro de las restricciones y obligaciones cotidianas.
Las máscaras, símbolo fundamental de la tradición, permitían a todos los ciudadanos, sin distinción de clase social o condición religiosa, vivir unos días de anonimato y libertad.
La máscara es el elemento central del Carnaval de Venecia, explica Elena Rossi, experta en historia veneciana.
Permite al individuo dejar atrás su identidad cotidiana y adoptar un nuevo rol, creando una atmósfera de igualdad y misterio.
El Carnaval de Venecia, tras pasar por periodos de silencio bajo la ocupación francesa, resurgió en 1979, convirtiéndose en uno de los eventos más populares del mundo.
Su legado se mantiene vivo en Salta, donde cada año se celebra con pasión y entusiasmo, atrayendo a amantes de la cultura italiana y la tradición festiva.