La huella emocional de la DANA en Valencia: un llamado a la solidaridad y la ayuda psicológica.
El pasado 29 de octubre, Valencia fue golpeada por una devastadora Dana (Depresión Aislada en Niveles Altos), dejando tras de sí un panorama desolador.
Las intensas lluvias que se concentraron en pocas horas provocaron el desbordamiento de ríos y barrancos, inundando calles y hogares, transformándolos en cauces fangosos.
Los datos oficiales, a la fecha de redacción, reflejan más de 220 fallecidos en Valencia, Castilla La Mancha y Andalucía, mientras que el número de desaparecidos se mantiene en 73.
Ante un desastre de esta magnitud, la recuperación no solo se centra en reconstruir infraestructuras; es fundamental atender las profundas heridas emocionales que este evento ha dejado en la población afectada.
Las personas son muy resilientes ante estos desastres, explica Teresa Bobes Bascarán, Doctora en Psicología por la Universitat de València.
Tras unos meses, lo habitual es que los afectados se recuperen sin secuelas psicológicas graves, aunque algunos casos pueden complicarse con cuadros depresivos o ansiedad.
Para abordar esta realidad, el Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunitat Valenciana ha puesto en marcha un sistema de apoyo psicológico a través de líneas telefónicas atendidas por expertos.
Estos números, activos de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 18:00, ofrecen asistencia tanto a los afectados como a los voluntarios que trabajan en las zonas afectadas.
Se han creado diez puntos de atención psicológica distribuidos por nueve localidades, donde se brinda apoyo presencial a quienes lo necesitan.
La desorientación, angustia, confusión y el estrés postraumático son algunas de las dolencias más comunes entre la población afectada, según los profesionales que trabajan en el terreno.
Es importante recordar que acudir al psicólogo no es una señal de debilidad, afirma un miembro del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes.
Ante situaciones tan traumáticas como ésta, es normal experimentar dificultades para afrontar la realidad.
Buscar ayuda profesional es un paso valiente hacia la recuperación.
La Asociación Americana de Psicología también ofrece recomendaciones para gestionar el impacto emocional de este desastre: reconocer la dificultad del momento, buscar apoyo en amigos y familiares o profesionales, hablar sobre los sentimientos, crear grupos de apoyo y establecer rutinas diarias que promuevan la calma.
El camino hacia la recuperación psicológica será largo y complejo, pero con la ayuda adecuada y un fuerte sentimiento de comunidad, Valencia podrá superar este desafío y reconstruir su vida.