El emblemático Mercado San Miguel, corazón comercial del microcentro salteño, fue escenario esta madrugada de un incendio devastador que arrasó con no menos de 250 puestos, dejando a cientos de comerciantes y vecinos conmocionados.
Las llamas se extendieron rápidamente, afectando diversos comercios, desde los dedicados a la venta de alimentos y productos frescos hasta aquellos especializados en indumentaria, celulares y tecnología.
Vamos a saber bien qué pasó cuando se realicen todos los peritajes correspondientes.Debemos dejar trabajar tranquilos a los peritos, que ellos realicen el informe de cómo comenzó el incendio, expresó José Pepe Muratore, administrador del Mercado San Miguel, quien destacó la rápida intervención de los bomberos y la policía, quienes lograron controlar el fuego en un tiempo récord.
Las imágenes del siniestro son impactantes: estructuras carbonizadas, mercancía reducida a cenizas y una atmósfera de tristeza y impotencia se apoderan del lugar.
El humo aún se alza entre las ruinas mientras los comerciantes intentan procesar la magnitud de la tragedia.
El fuego lamentablemente afectó a unos 250 puestos, lamentó Muratore, quien aseguró que todos los establecimientos operaban con los permisos en regla y que el seguro cubrirá los daños.
A pesar del dolor y la incertidumbre, Muratore mantiene una postura optimista: Hemos salido de peores situaciones de las que hoy nos toca atravesar.
Si nos mantenemos unidos y somos solidarios unos con otros, esta angustia que hoy tenemos todos los que trabajamos acá será dentro de poco un triste recuerdo.
El Mercado San Miguel, conocido por ofrecer productos frescos de la región y ser un punto neurálgico para el comercio local, representa mucho más que un lugar para comprar.
Es un espacio donde se tejen historias, se comparten momentos y se respira el alma misma de la ciudad.
Su recuperación será un proceso largo y complejo, pero la unión y la solidaridad de sus habitantes serán claves para reconstruirlo y mantener viva su esencia.