La jornada electoral estadounidense ha llegado con una tensa incertidumbre que impregna el país.Las encuestas reflejan un escenario inédito: una contienda feroz entre Kamala Harris, la vicepresidenta demócrata, y Donald Trump, el expresidente republicano, donde cada voto podría ser crucial.

Nunca hemos visto una campaña tan reñida en los estados clave, afirma un analista político de renombre, quien añade que la batalla por estos swing states se ha convertido en un punto decisivo para determinar el futuro del país.

A pesar de que las encuestas muestran una ligera ventaja para Harris a nivel nacional, con un promedio del 49% frente al 48% de Trump según The New York Times, el sistema electoral estadounidense, basado en el Colegio Electoral, introduce una variable compleja.

En este sentido, el panorama se torna aún más impredecible.
El margen de error es amplio y las elecciones podrían decantarse hacia cualquiera de los candidatos, afirma un experto en política comparada.

Estados como Pensilvania, Carolina del Norte, Nevada y Georgia se perfilan como auténticos batallones electorales, con resultados extremadamente ajustados que pueden cambiar el curso de la contienda.

El estado de Pensilvania, con sus 19 votos electorales, emerge como un actor determinante: su resultado podría otorgar la victoria a cualquiera de los contendientes por una mínima diferencia.

La incertidumbre se extiende a otros estados cruciales, como Michigan y Wisconsin, donde las encuestas reflejan una ligera ventaja para los demócratas, aunque con margen de error considerable.

El sistema winner-takes-all, que otorga todos los votos electorales de un estado al candidato ganador, añade una capa adicional de complejidad a la ecuación electoral.

Donald Trump, quien parecía estar en desventaja inicial tras el impulso demográfico generado por la candidatura de Harris, ha logrado remontar en las últimas semanas.

La campaña de Trump ha sabido aprovechar el descontento y la polarización existentes, analiza un politólogo, y ha conseguido movilizar a su base electoral de manera efectiva.

Las próximas horas se presentarán como un maratón de suspense, donde cada nuevo dato electoral será analizado con lupa por millones de personas en todo el país.

El destino del país, a punto de escribirse en los votos de millones de ciudadanos, pendiente de la decisión final que tomará el pueblo estadounidense.