Las exportaciones de pequeñas y medianas empresas (pymes) argentinas han experimentado un crecimiento significativo, alcanzando los US$ 7.369 millones en el período enero-septiembre del año en curso, lo que representa un aumento del 23,5% respecto al mismo periodo del año anterior.
Este desempeño las ubica como protagonistas del sector exportador, con una participación del 12,2% del total exportado por el país.
El crecimiento en volumen se ve reflejado en un incremento del 33,5% comparado con los primeros nueve meses de 2023, exportando un total de 6,4 millones de toneladas.
En promedio, las pymes argentinas exportaron a USD 1.146 la tonelada durante este período.
De acuerdo al Monitor de Exportación Pyme del sector Estadísticas e Informes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), un indicador que monitorea mensualmente las operaciones de empresas argentinas en el comercio exterior, las pymes representan el 68,6% de los operadores exportador.
Si bien este crecimiento es positivo en términos de volumen, la CAME advierte sobre una preocupante tendencia: el principal rubro exportado por las pymes son alimentos sin procesar, representando el 50,9% del total exportado.
Aunque esto es positivo en volumen, refleja una pérdida de valor agregado, señala un comunicado oficial de la CAME.
Al no procesar estos alimentos antes de exportarlos se pierden oportunidades de generar mayores ingresos y empleos.
El procesamiento local permite capturar más valor en la cadena productiva al involucrar actividades como la transformación y mejora del producto, lo que usualmente requiere más tecnología y mano de obra especializada, explican desde la organización.
Entre los productos sin procesar con mayor presencia en las exportaciones pymes se encuentran peras frescas, calamares, camarones, soja y maní.
Sudamérica representa el principal destino para estas exportaciones, con Brasil y Chile como principales socios comerciales, concentrando USD 1.540 millones de dólares.
Europa ocupa el segundo lugar en relevancia para las pequeñas y medianas empresas argentinas, con Países Bajos, España e Italia como principales compradores (USD 830,1 millones).