El gobierno estadounidense ha presentado un amicus curiae (amigo de la corte) en el caso judicial por la expropiación de YPF, oponiéndose al pedido de los fondos buitre Burford y Eton Capital para embargar activos argentinos.
Esta acción, vista como una intervención significativa en el conflicto, genera expectativas sobre las posibles repercusiones para la Argentina en el ámbito internacional.
Sebastián Maril, experto en derecho internacional que sigue de cerca el caso, explicó que el gobierno norteamericano argumenta que la solicitud de los fondos buitre viola ciertas leyes locales estadounidenses y plantea un precedente peligroso que podría afectar a empresas americanas en el futuro.
Se abre una puerta para que la Argentina, o cualquier otro país, pueda actuar de forma similar con activos soberanos estadounidenses, afirmó Maril.
A pesar de la intervención estadounidense, Maril recalcó que la postura no afecta directamente al fallo inicial de 16 mil millones de dólares ni a las apelaciones en curso.
El juicio sigue su curso y los fondos buitre continúan buscando la manera de ejecutar la sentencia, señaló.
Los fondos buitre, Burford y Eton Capital, habían ganado un juicio contra Argentina por la expropiación de YPF en 2012 y solicitaban que el gobierno argentino entregara un tercio de las acciones de la petrolera como garantía de pago.
La defensa argentina se negó a cumplir con esta exigencia, argumentando que la Constitución nacional está por encima del estatuto de la empresa.
La controversia gira en torno a la expropiación de YPF durante el gobierno de Cristina Kirchner y al cumplimiento de las leyes de la compañía en relación a ofertas de adquisición de acciones.
La jueza Preska citó declaraciones del entonces viceministro de Economía, Axel Kicillof, quien se pronunció en contra de respetar el estatuto de YPF en ese contexto.
La situación genera incertidumbre sobre el futuro de las relaciones bilaterales entre Argentina y Estados Unidos.
Si bien la intervención americana no afecta directamente al fallo inicial, su postura podría influir en futuras decisiones judiciales y en el clima político entre ambos países.