Las elecciones presidenciales en Rumanía se han convertido en un punto de inflexión al coronar inesperadamente a Calin Georgescu, un candidato radical e independiente con posturas prorrusas y anti-UE, como líder en la primera vuelta electoral.

Georgescu, quien se presenta como una voz para los agraviados y humillados, logró el 23% de los votos, superando a Elena Lasconi, periodista conservadora que partía como favorita junto al actual primer ministro, Marcel Ciolacu.

El éxito de Georgescu, un experto en desarrollo sostenible con pasado en la ONU y acusaciones de antisemitismo, se atribuye en parte a su uso estratégico de las redes sociales, especialmente TikTok, para transmitir su mensaje a un público descontento con el statu quo político.

Este voto es para los agraviados, para los humillados, para los que sienten que no cuentan, y ellos son los que realmente cuentan, declaró Georgescu en su discurso final de campaña.

La victoria de Georgescu, aunque sorpresiva, refleja un clima político tenso en Rumanía, marcada por una desigualdad social significativa, corrupción percibida y un descontento generalizado con las instituciones tradicionales.

La brecha en Rumanía es importante entre las ciudades y las zonas rurales, tanto a nivel social y de progreso como a nivel ideológico, explican analistas políticos.

Esa división es la que aprovecha Georgescu para colocar su discurso más allá de Bucarest.
El triunfo de Georgescu plantea interrogantes sobre el futuro del país, especialmente en relación con sus compromisos internacionales, dado su apoyo manifiesto a Rusia y su postura crítica hacia la UE y la OTAN. Su victoria podría cambiar por completo las tornas, afirma un experto en relaciones internacionales, considerando que Rumanía se ha convertido en un país clave para Occidente debido a su apoyo a Ucrania durante la invasión rusa.

La segunda vuelta electoral está prevista para el 8 de diciembre, con Lasconi como principal rival de Georgescu.

El resultado tendrá repercusiones significativas para Rumanía y para la estabilidad de la región.