El litio, un metal plateado ligero y altamente reactivo, ha pasado de ser una curiosidad química a un elemento esencial en el siglo XXI. Su capacidad para almacenar energía lo ha catapultado al centro del escenario, impulsando la revolución eléctrica y la transición hacia fuentes renovables.
Este auge también ha destapado desafíos ambientales y sociales significativos que requieren atención urgente.
Johan August Arfwedson descubrió el litio en 1817 en un mineral llamado petalita. Su aislamiento, por parte de William Thomas Brande en 1821, abrió la puerta a su estudio y aplicación.
Hoy, el litio es fundamental para las baterías de iones de litio que alimentan dispositivos móviles, portátiles y vehículos eléctricos.
Su bajo peso, alta densidad energética y larga vida útil lo convierten en una opción preferida para este sector en crecimiento.
El litio se ha convertido en un recurso estratégico a nivel global, afirma un experto en geología y minería.
Su demanda está aumentando exponencialmente, impulsada por la creciente adopción de vehículos eléctricos e infraestructuras de almacenamiento de energía.
La escasez del litio es una realidad preocupante.Se estima que solo hay alrededor de 20 átomos de litio por cada millón de átomos de otros elementos en la corteza terrestre.
Su extracción a gran escala, principalmente de salares como los de Bolivia, China y Argentina, tiene un impacto significativo en el medio ambiente.
La extracción de litio requiere grandes cantidades de agua y genera residuos que pueden contaminar suelo y agua, advierte un especialista en sostenibilidad ambiental.
La competencia por este recurso puede generar conflictos sociales y económicos en las comunidades locales.
La búsqueda de alternativas al litio es crucial para garantizar una transición energética sostenible.
Investigadores están explorando materiales como el hierro, el silicio y el sodio como posibles reemplazos.
Estas tecnologías aún se encuentran en etapas tempranas de desarrollo.Mientras tanto, la demanda del litio continuará impulsando la innovación y la búsqueda de soluciones que minimicen su impacto ambiental y social.