El estado de Alabama volvió a generar controversia al llevar a cabo la tercera ejecución mediante gas nitrógeno en Estados Unidos.

Carey Dale Grayson, de 50 años, condenado por el asesinato y mutilación de Vicki Lynn Deblieux en 1992, fue declarado muerto a las 18:33 horas hora local en el centro penitenciario William Holman de Atmore.

Este método de ejecución, que los críticos describen como equivalente a la tortura, ha sido objeto de intenso debate en el país.

La familia de la víctima, Jodi Haley, expresó su oposición a la pena de muerte y cuestionó las condiciones en las que Grayson se encontraba durante su encarcelamiento, alegando haber sufrido abusos físicos y sexuales.

Hay que acabar con el asesinato de reclusos bajo el pretexto de la justicia, manifestó Haley.El homicidio sancionado por el Estado nunca debería figurar como causa de muerte.

Su declaración refleja la profunda angustia emocional que este tipo de eventos genera en los familiares de las víctimas y en la sociedad en general.

La ejecución de Grayson se suma a las cinco llevadas a cabo en Alabama durante el presente año, marcando un pico sin precedentes en la última década.

Esta escalada de ejecuciones coincide con el auge del uso de la hipoxia de nitrógeno como alternativa a métodos tradicionales de pena capital como la inyección letal.

El estado de Alabama se une a Oklahoma y Mississippi como uno de los tres estados que ha autorizado este tipo de ejecución.

Si bien aún no se había utilizado en ninguno de estos estados, la creciente frecuencia con la que se aplica el gas nitrógeno en Alabama levanta interrogantes sobre su ética y eficacia como método de pena capital.

La abogada de Grayson, Kacey Keeton, afirmó que su cliente deseaba expresar arrepentimiento por sus crímenes tras más de 30 años de encarcelamiento, pero no pudo hacerlo debido a la intervención de los funcionarios penitenciarios.

La situación ha intensificado el debate sobre la transparencia y el trato digno que se debe brindar a los condenados a muerte.

Por su parte, la gobernadora de Alabama, Key Ivey, argumentó que una ejecución por hipoxia de nitrógeno no puede compararse con la brutalidad del crimen cometido contra Deblieux.

Rezo por sus seres queridos para que puedan seguir encontrando un alivio y curación, expresó Ivey.