La actividad industrial argentina registró un crecimiento mensual desestacionalizado de 1,9% durante septiembre, según el Índice Producción Industrial (IPIOJF) elaborado por Orlando Ferreres Asociados.
Este dato, aunque positivo en comparación con agosto, no logra ocultar una realidad preocupante: la producción industrial acumuló una caída del 8,2% en los primeros nueve meses del año.
El informe destaca el papel crucial de dos sectores en este panorama complejo.La producción de aceites impulsó un alza del 39,6% en el sector alimenticio, mientras que las refinerías mostraron un aumento anual del 16,1%.
Estas subas, sumado a la ponderación más alta del sector oleaginoso en nuestro indicador con respecto al IPI Manufacturero del INDEC, llevaron a que el total quede cercano a cero en el noveno mes del año, explicaron desde la consultora.
A pesar del impacto positivo de estos sectores, el resto de la industria continúa enfrentando dificultades.
Los sectores con peores resultados durante 2024 –metales básicos, maquinaria y equipo, y minerales no metálicos– mostraron una desaceleración en sus caídas, lo que representa un indicio de esperanza para los especialistas.
Hacia adelante podríamos ver aún algunos meses de avance con altibajos, pero esperamos que la recuperación de la industria se consolide en el mediano plazo, pronostican los expertos.
El tercer trimestre del año cerró mostrando una mejora del 5,6% en comparación con el segundo cuarto en la medición sin estacionalidad.
Los datos del IPIOJF revelan un panorama complejo: si bien dos sectores lograron impulsar la producción industrial durante septiembre, la recuperación aún es incierta y se requiere un esfuerzo conjunto para superar las dificultades que enfrenta la industria argentina.