La percepción ciudadana es un factor fundamental en la construcción de las ciudades, una realidad que Paula Mascías, gestora cultural, docente e investigadora en temas de cultura y desafíos urbanos, abordará en su próxima presentación en el Centro de Convenciones de Limache.

Mascías, quien actualmente dirige el Lab Cultura Territorio del área de Comunicación y Cultura de Flacso Argentina, profundizará en la idea de que las ciudades no se conforman solo por sus estructuras materiales, sino también por un tejido simbólico compuesto por percepciones, deseos, miedos e incluso amores y odios que los habitantes establecen con sus espacios urbanos.

Cuando miramos las ciudades, generalmente nos enfocamos en lo tangible: las edificaciones, las infraestructuras, explica Mascías.

Es crucial comprenderlas también desde la perspectiva simbólica, analizando las relaciones que establecemos con nuestros entornos urbanos a nivel individual y colectivo.

La investigadora se basará en el concepto de imaginarios urbanos desarrollado por Armando Silva, un investigador colombiano, quien sentó las bases para estudiar la subjetividad colectiva que se construye alrededor de los espacios públicos.

Mascías coordina actualmente una investigación comparativa a nivel latinoamericano que indaga en estos imaginarios a través del análisis de narrativas ciudadanas y la aplicación de una metodología específica.

No podemos olvidar que la realidad, tal como la percibimos en el contexto urbano, está profundamente influenciada por nuestros imaginarios, señala Mascías.

Un espacio que se percibe como inseguro, incluso si carece de datos reales que lo respalden, puede terminar convirtiéndose en un lugar peligroso debido a una serie de factores como el abandono o el aumento del delito.

Mascías también destaca cómo las construcciones pueden influir en la percepción ciudadana. En algunas favelas de Río de Janeiro se han creado circuitos turísticos y hoteles de lujo, transformando la imagen de estos barrios y generando una nueva sensación de seguridad, explica.

La investigadora concluye afirmando que es necesario integrar el estudio de los imaginarios urbanos a la planificación urbana.

Debemos trabajar con estos elementos subjetivos para generar transformaciones reales en nuestras ciudades, creando espacios públicos que respondan a las necesidades y aspiraciones de sus habitantes.