El Mercado Municipal San Miguel de Salta fue escenario de una tragedia la madrugada de hoy, cuando un incendio arrasó con gran parte de la estructura, dejando a cientos de puesteros desamparados.

Las historias de pérdida, incertidumbre y angustia se entrelazan en el corazón del mercado, donde ayer aún ardían las llamas que consumieron años de trabajo y esfuerzo.

Claudia, una puestera de productos regionales que llevaba 12 años trabajando en el lugar, describió la escena con profunda tristeza: Está todo quemado, no se puede creer.

La noticia llegó a Claudia a las 4 de la mañana, despertando su peor pesadilla.Héctor Lera, dueño de un puesto vecino, logró salvar a su gato, pero el dolor por la pérdida de los puestos de sus compañeros es palpable: Es un momento muy duro para todos, expresó con pesar.

Miriam, que vendía ropa para damas y niños en la calle Urquiza, teme lo peor aún sin saber si su puesto se vio afectado.

La incertidumbre y el miedo son constantes.Es un día muy triste para nosotros, estamos desbastados, confesó con voz temblorosa.

El incendio también dejó a Amelia, dueña de un puesto de ropa en el subsuelo, con una profunda sensación de inseguridad.

Aunque las llamas no alcanzaron su puesto, la amenaza de derrumbe por daños estructurales genera una nueva preocupación: Gracias a Dios las llamas no llegaron al subsuelo, pero vi que los puestos ubicados sobre calle Urquiza se quemaron totalmente, relató con angustia.

Daniela, madre soltera de tres hijos que vive a media cuadra del mercado, enfrenta la incertidumbre del futuro con desesperación: Es nuestro único medio de subsistencia, yo no cobro ni un plan, no sé qué voy a hacer, expresó angustiada.

Ramón, dueño de un puesto de electrónica, lloró al describir la pérdida de años de trabajo y sacrificio.

Tenemos la impotencia de perder todo el sacrificio de años, declaró con tristeza.

Los puesteros afectados piden ayuda urgente al Intendente Emiliano Durand para poder vender sus productos en el parque San Martín hasta que se restaure el mercado.

Su clamor es un llamado a la solidaridad y empatía de toda la comunidad ante esta tragedia que ha sumido en la desolación a cientos de familias.