En el árido paisaje del Parque Natural de Djebel Chambi, en Túnez, los paleontólogos han descubierto un fósil que ha revolucionado la comprensión de estos reptiles extensos.

Se trata de Terastiodontosaurus marcelosanchezi, una nueva especie de lagarto gusano que vivió hace 47 millones de años durante el Eoceno y medía un metro de largo, siendo la más grande jamás descubierta en el grupo Amphisbaenia.

El hallazgo ha generado gran expectación por su tamaño inusual.Este antiguo depredador probablemente vagaba por la superficie, a diferencia de sus parientes actuales, que son principalmente subterráneos, explica Georgios L. Georgalis, jefe de investigación y uno de los autores del estudio publicado en la revista Zoological Journal of the Linnean Society.

Los fósiles, descubiertos al sur del mar Mediterráneo, revelan un reptil con una mandíbula robusta y un cráneo de más de cinco centímetros de largo, evidencias que sugieren una dieta especializada.

Basándonos en la estructura dental y el esmalte inusualmente grueso, podemos deducir que los animales tenían una enorme fuerza muscular en sus mandíbulas, añade Georgalis.

El análisis de la estructura ósea y los dientes revela un reptil con características dentales extremas, incluyendo mandíbulas fuertes y un esmalte dental especializado, lo que indica que se alimentaba principalmente de caracoles, como demuestran las evidencias fosilizadas de caparazones aplastados.

El nombre de la especie honra a Marcelo SánchezVillagra, paleontólogo y amigo cercano de Georgalis desde hace mucho tiempo.

Este descubrimiento ha generado gran interés en la comunidad científica por su potencial para ampliar nuestro conocimiento sobre la evolución de los reptiles y su adaptación a diferentes entornos.

El hallazgo de un lagarto gusano tan grande sugiere que estos animales podrían haber desempeñado un rol más importante en los ecosistemas del pasado de lo que se creía anteriormente.