El panorama económico actual se cierne sobre las celebraciones navideñas con una sombra espesa: la previsible escalada en los precios de la carne.

Según estimaciones, los cortes para asados y parrilladas podrían experimentar un aumento del 30% antes de Navidad, convirtiendo a este manjar tradicional en un lujo inaccesible para muchas familias salteñas.

La inflación generalizada se refleja aún más drásticamente en el rubro cárnico, declara el carnicero Mario, dueño de un pequeño negocio en el Intersindical, quien expresa su preocupación por el impacto que estos aumentos tendrán en sus clientes habituales.

Si bien la inflación para noviembre rondará el 3%, el incremento en los cortes de carne será considerablemente mayor.

Se anticipa un alza del 10% a partir del lunes siguiente, seguido de otro aumento del 20% antes de Navidad.

El cerdo, que suele ser una opción económica, ya se encuentra en $6700 el kilo y con estos incrementos podríamos llegar a los $7400, afirma Mario.

La situación es aún más preocupante en las góndolas de los supermercados, donde un kilo de peceto puede costar hasta $11.500 y un asado premium alcanzar los $14.000.

Las familias salteñas se enfrentan a la difícil decisión de sacrificar esta tradición familiar o afrontar un gasto considerable que podría comprometer sus presupuestos navideños.

Es una situación muy triste, lamenta Mario, quien observa cómo las ventas han disminuido debido a la crisis económica.

Con estos aumentos será todo más difícil para muchos vecinos.

El panorama no es alentador para los carniceros de barrio, quienes se ven obligados a enfrentar el dilema entre mantener sus precios y enfrentar pérdidas o subirlos y arriesgarse a perder clientes.

Se especula que algunos podrán recurrir a estrategias como la reducción de cantidades o la manipulación de precios para intentar mitigar el impacto de la inflación.

Las recomendaciones de expertos se centran en comprar las carnes necesarias con anticipación, aprovechando las ofertas del final de mes, cuando la demanda suele ser menor.

Esta opción no resulta viable para muchos hogares que luchan por cubrir sus necesidades básicas.