La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner desafió al economista y líder libertario Javier Milei a aplicar medidas de desregulación al sector farmacéutico durante su discurso en el cierre del 11 Encuentro Nacional de Salud.
En un tono crítico, Kirchner cuestionó la postura de Milei sobre la libre competencia en el mercado de medicamentos, sugiriendo que su propuesta podría afectar negativamente la accesibilidad y asequibilidad de los mismos para la población.
Ya que sos tan guapo, desregulá los medicamentos para que podamos tener remedios genéricos importados y reducir los costos de los presupuestos sanitarios, afirmó Kirchner dirigiéndose a Milei.
La exmandataria argumentó que la desregulación podría beneficiar únicamente a las grandes empresas del sector farmacéutico, mientras que el pueblo argentino se vería afectado por un posible aumento en los precios de los medicamentos.
El gobierno nacional respondió al desafío de Kirchner a través del Ministerio de Salud.Cecilia Loccisano, viceministra de Salud, criticó la postura de Kirchner y destacó los avances del Ejecutivo en la desregulación del mercado farmacéutico.
Este gobierno está avanzando en la desregulación del mercado farmacéutico, declaró Loccisano, señalando como ejemplo la medida que permite a los gobernadores importar medicamentos para reducir los costos de los programas sanitarios provinciales.
Loccisano hizo referencia al decreto 70, que establece cambios en la forma en que se prescriben los medicamentos, incluyendo la obligación de incluir genéricos en las recetas electrónicas.
La intervención de Kirchner y la respuesta del gobierno han generado un debate sobre el rol del Estado en la regulación de los sectores estratégicos como el farmacéutico.
Los expertos advierten sobre los posibles riesgos de una desregulación excesiva, que podría llevar a un aumento en los precios de los medicamentos y afectar el acceso a tratamientos esenciales para la población vulnerable.
Es fundamental encontrar un equilibrio entre la libre competencia y la protección del interés público, señaló un especialista en políticas públicas.
La desregulación no siempre es sinónimo de eficiencia y puede tener consecuencias negativas para la salud de la población.