La ciudad de Salta dio un paso hacia la modernización del control vial con la activación de 24 cámaras de fotomultas, las cuales se encuentran en período de prueba.
El objetivo principal, según el secretario de Tránsito y Seguridad Vial de la Municipalidad, Matías Assennato, no es recaudatorio sino disuasivo.
La primera instancia es que los ciudadanos sepan de la activación de las cámaras y dónde estarán ubicadas, afirmó Assennato.
Las cámaras están estratégicamente posicionadas en puntos críticos de la ciudad, como intersecciones con alta densidad vehicular y zonas de riesgo para peatones.
Los principales delitos que serán monitoreados incluyen exceso de velocidad, uso del celular al conducir, cruce de semáforo en rojo, no usar luces, invasión de senda peatonal y falta de casco, entre otros.
Si bien aún no se ha establecido una fecha para el inicio de las sanciones por infracciones, Assennato aseguró que los recursos recaudados serán destinados a la mejora de las calles y la infraestructura vial.
Este sistema busca ser un complemento al trabajo que se realiza en las calles con el personal de Seguridad Vial y los inspectores de tránsito, agregó.
La implementación de este sistema ha generado diversas reacciones en la comunidad salteña.Algunos sectores aplauden la medida como una forma de mejorar la seguridad vial y disuadir conductas peligrosas al volante, mientras otros expresan preocupación por la posible excesiva vigilancia y el impacto económico que podrían generar las multas.
El debate sobre la efectividad y ética del uso de cámaras de fotomultas en la prevención de accidentes viales continúa vigente en diversos países.
Expertos en seguridad vial señalan que estos sistemas pueden ser una herramienta valiosa para reducir la siniestralidad, pero es fundamental garantizar su correcta implementación y aplicación, evitando así potenciales abusos o discriminación.