Conocido cariñosamente como Lalo, el chofer de larga trayectoria recorrió las calles de Salta durante años, dejando un legado de amabilidad y profesionalismo.

Mi último día de trabajo, ME JUBILO, proclamaba el cartel en la parte frontal del vehículo, reflejando la alegría y nostalgia del momento.

Los pasajeros, conmovidos por el gesto, se sumaron a la celebración, acompañando al chofer en su último viaje con música y risas.

Un compañero de trabajo, quien contactó a Que Pasa Salta para contar esta historia, destacó la emoción palpable que envolvió este último recorrido del veteran conductor.

Lalo siempre fue un ejemplo de dedicación y amabilidad, expresó el colega, su despedida ha sido un verdadero homenaje a su trayectoria.

Este emotivo evento refleja la profunda conexión que se puede forjar entre conductores y pasajeros en el cotidiano trayecto urbano.

La acción de Lalo Burgos no solo conmemora un cambio personal, sino que también celebra la importancia del vínculo humano que se teje en los espacios públicos.