El inicio del proceso de elaboración del presupuesto provincial para el año próximo se ha visto marcado por una realidad preocupante: la reducción drástica en la financiación nacional para obras municipales.
Reuniones regionales encabezadas por funcionarios del gabinete del gobernador Gustavo Sáenz han dado cuenta de la magnitud del problema, revelando que Nación ha dejado inconclusas entre ocho y doce obras por cada municipio.
Esta situación crítica se refleja especialmente en el Valle de Lerma, una región con más de 130 mil habitantes que padece desde hace años la falta de infraestructura básica.
La escasez de viviendas, las deficiencias en la ruta nacional 68 y la ausencia de sistemas de drenaje pluvial generan un contexto de vulnerabilidad social e impiden el desarrollo económico local.
A estas dificultades se suma la incertidumbre generada por los recortes presupuestarios.
El intendente de Cerrillos, Enrique Borelli, ha expresado su preocupación ante esta realidad: Sin presupuesto es imposible gobernar.
La falta de previsión y la incertidumbre en las pautas nacionales afectan tanto a la provincia como a los municipios.
La inflación descontrolada aumenta la complejidad de nuestra labor. Borelli considera que el escenario actual genera un riesgo para la democracia, al dificultar la gestión pública y la satisfacción de las necesidades básicas de la población.
El intendente de El Carril, Efraín Orosco, ha denunciado directamente el abandono por parte de Nación: La Nación se desentendió completamente de la obra pública.
Es la provincia la que está sacando adelante los proyectos en los municipios. Orosco reconoce la dificultad de priorizar las obras más urgentes con recursos limitados y enfatiza la necesidad de buscar soluciones conjuntas para superar esta crisis.
El ministro de Infraestructura, Sergio Camacho, ha reiterado el compromiso del gobierno provincial con un proceso presupuestario participativo y transparente.
Camacho destaca la importancia del trabajo federal para afrontar los desafíos de infraestructura regional.
Las palabras no son suficientes para revertir la situación crítica que enfrentan las comunidades locales.
La falta de inversión en obras públicas tiene un impacto profundo en la calidad de vida de la población y amenaza el desarrollo económico de la provincia.
La incertidumbre sobre el futuro presupuestario genera una sensación de desamparo e impotencia entre los ciudadanos, quienes se preguntan si sus necesidades serán atendidas y qué medidas se tomarán para garantizar una mejor calidad de vida.