Financiamiento del Plan Estratégico Vitivinícola: ¿Subsidio o Aporte Autoimpuesto?

El plan estratégico vitivinícola, centrado en el durazno destinado a la industria conservera, enfrenta una controversia sobre la naturaleza de los fondos que lo sustentan.

Tras la disolución del Instituto para el Desarrollo Regional (IDR), el gobierno provincial ha asumido un rol central en la gestión financiera del plan, recaudando 100 pesos por tonelada de fruta cosechada a productores y fábricas participantes.

Esta medida ha generado interrogantes sobre si se trata de un subsidio o un aporte autoimpuesto, al igual que lo era con el IDR.

José Luis Giuliani, presidente de la Federación que maneja el Plan Estratégico Vitivinícola, reconoce la incertidumbre al afirmar: No sabemos por qué la transferencia tiene carácter de subsidio.

Desde la Dirección de Fiscalización, Control y Tecnología Agroindustrial, se argumenta que los fondos, antes dirigidos al IDR, ahora fluyen directamente del Ministerio de la Producción a la Federación.

Se destaca que la Fepedi deberá rendir cuentas sobre el uso de estos recursos ante el Tribunal de Cuentas.

La situación genera preocupación en el sector.Si bien el plan ha permitido la adquisición de estaciones meteorológicas y estudios prospectivos sobre el futuro del durazno, la falta de claridad sobre la naturaleza de los fondos utilizados desata interrogantes.

La cantidad total destinada al plan asciende a 34 millones de pesos anuales, cifra que se espera aumentar con otros 15 millones provenientes de Aportes no Reintegrables (ANR).

El Ministro de la Producción ha justificado la transferencia como subsidio, argumentando que es el único mecanismo legal para que el Tribunal de Cuentas pueda controlarlo.

Esta situación deja al sector en una posición vulnerable, ya que se les exige rendir cuentas por fondos que su origen y destino siguen siendo ambiguos.

El panorama actual pone en relieve la necesidad de transparencia en la gestión financiera de los planes estratégicos provinciales.

La falta de claridad sobre el uso de los recursos destinados al durazno, genera incertidumbre y afecta la confianza del sector productivo.

Es fundamental que el gobierno provincial brinde información clara y precisa sobre la naturaleza de estos fondos para garantizar la sostenibilidad del plan a largo plazo.