El vegetarianismo, una práctica alimentaria que excluye el consumo de carne animal, ha experimentado un notable auge en las últimas décadas.

Sus orígenes se remontan a mediados del primer milenio antes de Cristo en la India y el Mediterráneo oriental, especialmente en Grecia, donde estaba intrínsecamente ligado a las filosofías de la época, según destaca la Enciclopedia Britannica.

En la Antigüedad, el vegetarianismo era principalmente un fenómeno cultural y filosófico.Sin embargo, en las últimas décadas, su popularidad ha trascendido fronteras geográficas y se ha convertido en una opción alimentaria con bases tanto éticas como ambientales.

El Día Mundial del Vegetarianismo, celebrado cada 1 de octubre desde 1978, es un testimonio de esta creciente conciencia global.

El vegetarianismo ha dejado de ser una tendencia marginal para convertirse en una opción alimentaria cada vez más popular, afirma el Dr. Juan Pérez, experto en nutrición y alimentación.

Las razones detrás de este fenómeno son multifacéticas: preocupaciones por la salud animal, el impacto ambiental de la industria cárnica y la búsqueda de estilos de vida más sostenibles.

La definición de vegetarianismo abarca una gama diversa de prácticas.Mientras que algunos individuos adoptan un enfoque estricto excluyendo toda forma de producto animal, otros permiten el consumo de lácteos o huevos.

El lactovegetarianismo se refiere a aquellos que consumen leche y derivados, mientras que el ovolactovegetarianismo incluye además los huevos en su dieta.

La creciente demanda por productos vegetarianos ha impulsado una revolución en la industria alimentaria, con la aparición de alternativas vegetales cada vez más sofisticadas que imitan el sabor y la textura de la carne.

Esta evolución no solo beneficia a los vegetarianos, sino también a aquellos que buscan reducir su consumo de carne por razones ecológicas o de salud, señala Marta López, responsable de marketing en una empresa especializada en alimentos veganos.

El impacto emocional del cambio hacia un estilo de vida vegetariano es significativo.Para muchos individuos, la decisión se basa en valores éticos y una profunda conexión con los animales.

Al elegir ser vegetariano, estoy contribuyendo a un mundo más justo y compasivo, expresa Sofía Rodríguez, una joven que adoptó esta filosofía alimentaria hace cinco años.