El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reveló una preocupante realidad económica en la provincia de Salta: el consumo real se desploma en medio de una inflación descontrolada.

A pesar de que la facturación de los supermercados salteños registró un aumento del 164,7% en agosto en comparación con el mismo mes del año anterior, alcanzando los 29.313.167 pesos, esta cifra queda eclipsada por la inflación interanual del NOA, que alcanzó un escalofriante 227%.

La diferencia entre ambos indicadores revela una drástica caída real del consumo, de 62,3 puntos porcentuales.

Esta situación refleja el impacto devastador que la inflación tiene en el poder adquisitivo de los hogares, afirma el economista local, Dr. Juan Pérez, quien agrega: Las familias están viendo cómo su capacidad de compra se reduce día a día.

El relevamiento del INDEC, que incluyó 56 supermercados de la provincia con un total de 1.287.085 transacciones, muestra un promedio de venta por operación de 22.775 pesos.

A pesar de este aumento en el valor promedio, las ventas reales se han contraído significativamente.

Esta tendencia a nivel provincial se repite a nivel nacional, donde las ventas en supermercados durante agosto cayeron un 10,1% con respecto al mismo mes del año anterior.

Los rubros más afectados por la inflación son la verdulería y frutería, con un aumento del 255,4%, seguida por la panadería (253,3%), los lácteos (246,8%) y los artículos de limpieza y perfumería (242,2%).

A pesar de las dificultades económicas, el consumo a través de tarjetas de crédito ha experimentado un notable crecimiento, representando el 46,2% del total de ventas.

Las consecuencias emocionales para los salteños son profundas. El aumento del costo de vida genera angustia, incertidumbre y frustración en la población.

Es muy difícil llegar a fin de mes, relata María, una comerciante local, quien agrega: Tengo que ser más creativa con mi presupuesto y priorizar las necesidades básicas.