La localidad de San Carlos, ubicada en Salta, respira un aire de esperanza tras años de reclamos por la calidad del agua.

La donación de un terreno privado por parte de la familia Murga ha desbloqueado el camino para la construcción de un nuevo pozo que garantice el acceso a agua potable para sus habitantes.

La intendenta María Kukina Vargas confirmó a este medio la concreción de la donación, destacando que esta acción permite a Aguas del Norte iniciar los trabajos de perforación.

Me dijeron que probablemente en 10 o 15 días podrían empezar a perforar el pozo, afirmó Vargas, quien solicitó la priorización de este proyecto en el presupuesto 2025, junto con la implementación de sistemas de riego para agricultores locales.

El anuncio ha generado una palpable euforia en la comunidad, especialmente entre quienes han sufrido los estragos del agua contaminada por altos niveles de boro y arsénico.

Un botellón de 10 litros cuesta entre 2.000 y 2.300 pesos, lo que representa una carga económica enorme para las familias, denunció Mónica Jiménez, referente de la Asamblea del Agua de San Carlos.

El proyecto de acueducto se ejecutará en Animaná, colindando con la Ruta Nacional 40, para transportar el agua limpia hacia San Carlos.

La demora en obtener la donación del terreno había frenado considerablemente la realización de esta obra esencial.

La falta de agua potable en San Carlos ha generado un impacto significativo en las vidas de sus habitantes, afectando no solo su salud sino también su economía.

Este proyecto representa una esperanza tangible para mejorar su calidad de vida y garantizar un futuro más saludable y próspero para la comunidad.