La Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes, institución madre de los fortines salteños, celebró recientemente su 78 aniversario, un hito que conmemora décadas de compromiso con la preservación del legado histórico y cultural del gauchaje salteño.
El festejo, cargado de emotividad, se realizó en el predio de la agrupación en Lomas de Medeiros, reuniendo a un numeroso grupo de gauchos quienes reivindican su hermandad y el espíritu ancestral que define su identidad.
Para los miembros de la institución, celebrar este aniversario significa resaltar el ánimo que moviliza al gauchaje salteño, heredero de las glorias de nuestros ancestros que hicieron de esta tierra el mojón donde se fundó la libertad, expresaron durante el encuentro.
Este sentimiento se refuerza con el rol central que cumple la Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes en la organización de los homenajes al Héroe Gaucho salteño, manteniendo viva la memoria de la Gesta Güemesiana.
Fundada el 23 de septiembre de 1946, la agrupación ha cumplido con un mandato patriótico y social desde sus inicios.
Hoy se erige como el baluarte más importante que custodia esa memoria, señalan desde su actual comisión directiva encabezada por Julio Hipólito de los Ríos y Nicolás Ruiz de Huidobro.
La celebración incluyó reconocimientos a miembros destacados como Guillermo Carlos García, Rudecindo Campos, Escribano Mariano Coll Mónico, Carlos Diez San Millán y Francísco Araoz, quienes fueron reconocidos por su dedicación, sabiduría y sacrificio al servicio de la institución.
Previo al festejo, una misa en acción de gracias marcó el inicio de las celebraciones, evidenciando el carácter religioso e histórico que impregna a la agrupación.
El impacto emocional del aniversario trasciende la mera conmemoración numérica. Representa un profundo vínculo con las raíces, un acto de perpetuar tradiciones y valores, y un testimonio vivo del compromiso de mantener viva la llama de la identidad gauchesca en Salta.
La Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes se alza como un símbolo tangible del legado histórico y cultural de la región, un faro que guía hacia el pasado para construir un futuro con raíces sólidas en la tradición.