Marcelo Lescano, un hombre de 50 años con 25 años de experiencia en la empresa AGV Servicios Mineros, ha dedicado su vida al sector minero.
Su historia es una ventana a las transformaciones que ha experimentado este sector, desde los inicios con herramientas rudimentarias hasta la incorporación de tecnología avanzada.
Lescano recuerda sus primeros días como ayudante con pala y pico, un trabajo exigente que marcó el inicio de su trayectoria.
Con el tiempo, ascendió a operador de máquinas, un puesto que le brindó una nueva perspectiva del trabajo minero.
Antes trabajábamos con máquinas más rústicas, pero hoy la comodidad de los equipos es impresionante, afirma Lescano.
La modernización ha mejorado significativamente las condiciones laborales, incorporando aire acondicionado y tecnología que facilita el mantenimiento preventivo.
El camino no ha estado exento de obstáculos.La vida laboral en la mina exige jornadas extendidas, con turnos de 20 días de trabajo y 10 de descanso o 15 por 15, según los convenios.
Para Lescano, la mayor dificultad fue adaptarse a esta dinámica después de convertirse en padre.Para mi esposa, mi hijo y para mí fue difícil, confiesa, reconociendo el impacto emocional del alejamiento familiar.
La distancia se convirtió en un desafío constante que afectó su relación con su familia.
A pesar de los sacrificios, Lescano ha encontrado satisfacción en su trabajo.
Trabajar con maquinaria es algo hermoso, expresa, describiendo la sensación de poder y eficiencia al manejar equipos pesados.
Su experiencia le ha permitido conocer el país entero, una recompensa intangible pero valiosa.
El testimonio de Lescano refleja la dualidad que caracteriza el sector minero: la satisfacción personal por el trabajo realizado y los desafíos que enfrenta la conciliación familiar con las exigencias del oficio.