La Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley destinado a regular el Sistema de Residencias de Salud en la provincia, abarcando tanto las residencias existentes como futuras en establecimientos públicos y privados.
La iniciativa, impulsada por la diputada Laura Cartuccia, busca actualizar el marco normativo vigente desde 2000 mediante el Decreto 1.277, considerándolo fundamental para la formación de profesionales médicos.
Si bien la legisladora destacó que el proyecto surgió de un trabajo conjunto con el Ministerio de Salud Pública y otros referentes del sector, incluyendo al Colegio de Médicos de Salta, este último se pronunció en contra de la normativa.
A través de una dura solicitud, el Colegio aseguró no haber participado en la elaboración del proyecto y lamentó que este no aporte mejoras significativas para la población ni para los residentes.
No encontramos en el proyecto mejoras para la población ni para la formación de los residentes, expresó el Colegio Médico de Salta en su comunicado.
Plantearon dudas sobre algunos aspectos de la ley, argumentando que estos rozan la inconstitucionalidad.
La diputada Cartuccia defendió la necesidad de una actualización del sistema, argumentando que las residencias médicas son un pilar fundamental en la formación profesional.
La nueva ley introduce nuevas incompatibilidades para los aspirantes, siguiendo la Ley de Ficha Limpia, y establece medidas para recuperar fondos si un residente abandona el programa sin justificación.
El diputado Bernardo Biella también respaldó la iniciativa, considerándola una herramienta clave para mejorar el sistema de salud provincial y aumentar la presencia de profesionales en las distintas áreas operativas.
Es fundamental el trabajo conjunto entre los sectores público y privado y con las universidades, manifestó Biella, resaltando la importancia de programas de formación que respondan a las demandas actuales.
La aprobación de esta ley genera un debate importante en torno al futuro de la formación médica en Salta.
Si bien algunos ven en ella una herramienta esencial para mejorar la calidad de atención médica, otros cuestionan su contenido y proceso de elaboración.
El impacto real de esta normativa dependerá del cómo se implemente y las consecuencias que tenga para los residentes, los profesionales médicos y la población en general.