La intendencia de Cafayate enfrenta serias acusaciones de desgobierno y falta de liderazgo, lo que ha generado una profunda preocupación entre los habitantes locales.
La renuncia reciente de varios funcionarios municipales, incluyendo al responsable de Obras Públicas, Juan Chachagua, ha expuesto un escenario administrativo inestable y descontrolado.
Esta salida de personal es un reflejo claro del descontrol administrativo y financiero que se vive en la Municipalidad, afirma Rodrigo Chocobar, concejal de Cafayate, quien además denuncia la falta de recursos con los que operan los trabajadores municipales.
Los empleados enfrentan constantes dificultades para realizar sus tareas debido a la escasez de herramientas y materiales necesarios.
Chocobar señala que esta situación ha llevado a una intervención encubierta por parte de la Provincia, con la llegada de un asesor legal y un contador para intentar ordenar el caos administrativo.
La Provincia tuvo que intervenir de esta manera porque en poco tiempo debemos analizar el Presupuesto 2025, y no hay responsables de área para defenderlo, explica Chocobar.
La falta de una estructura administrativa sólida amenaza directamente la planificación de eventos y actividades, especialmente en lo referente a la temporada alta de turismo, un pilar fundamental para la economía de Cafayate.
El caso de Juan Chachagua, quien renunció a su cargo en Obras Públicas, ilustra la gravedad del problema.
No se puede trabajar sin el equipo adecuado, afirma Chachagua, quien denuncia la falta de maquinaria y herramientas necesarias para tareas básicas como el bacheo y el saneamiento de calles.
Añade que, tras presentar su renuncia, no ha recibido contacto por parte de la intendenta Rita Guevara.
La situación actual en Cafayate plantea serias interrogantes sobre el futuro del municipio.La falta de respuestas por parte de la administración local y el deterioro en la gestión han generado una gran indignación entre los vecinos.
Chocobar no descarta que una intervención formal de la Provincia sea el siguiente paso si no se produce un cambio significativo en la administración local.