Vietnam se Propone Convertirse en el Nuevo Centro Global de Fabricación de Chips

Vietnam está apostando por convertirse en un actor clave en la industria global de los semiconductores, siguiendo el modelo de éxito de Taiwán y su líder indiscutible, TSMC. El Gobierno vietnamita ha presentado un plan ambicioso para alcanzar una participación significativa en este sector estratégico para 2050, con una meta de ingresos de 100 mil millones de dólares provenientes de la industria de los chips y más de 1 mil millones a través del sector de la electrónica.

Este objetivo se basa en la construcción de un ecosistema robusto que incluya el diseño, fabricación y empaquetado de chips de alta tecnología.

La estrategia de Vietnam se divide en tres fases.La primera fase, ya en marcha, busca atraer inversión extranjera directa para establecer empresas de diseño de chips, una fábrica de semiconductores y diez plantas de empaquetado y prueba.

Las dos fases posteriores, programadas para 2030 y 2040 respectivamente, se centrarán en la formación de ingenieros especializados, el impulso del ecosistema de empresas de diseño de chips y la expansión de las capacidades de fabricación con la construcción de más fábricas de semiconductores y plantas de empaquetado.

El éxito de este plan dependerá de diversos factores, incluyendo la capacidad de Vietnam para atraer inversión extranjera calificada, desarrollar una fuerza laboral altamente capacitada en tecnología de punta y crear un entorno propicio para el crecimiento empresarial.

La ambición de Vietnam es admirable, afirma un experto del sector, pero convertirlo en un nuevo centro global de fabricación de chips requerirá una planificación meticulosa, ejecución impecable y la voluntad política a largo plazo.

El modelo de Taiwán, con TSMC como su piedra angular, es un ejemplo que Vietnam busca emular.La compañía taiwanesa se ha consolidado como el líder mundial en la industria de los semiconductores gracias a su inversión constante en investigación y desarrollo, su capacidad tecnológica punta y una estrategia agresiva de expansión global.

La competencia en este sector es feroz, con jugadores como Estados Unidos, China y Corea del Sur también buscando aumentar su presencia.

El éxito de Vietnam dependerá en gran medida de su capacidad para diferenciarse y destacar en un mercado cada vez más competitivo.