Un equipo internacional de investigadores ha realizado un descubrimiento revolucionario en la cueva Rising Star, Sudáfrica, que podría cambiar nuestra comprensión de la evolución humana.
Los hallazgos sugieren que el Homo naledi, una especie extinta de homínido que vivió hace entre 200.000 y 335.000 años, practicaba un comportamiento antes considerado exclusivo de los humanos modernos: el entierro de sus muertos.
El descubrimiento se basa en la observación de numerosos esqueletos Homo naledi localizados en una cámara profunda dentro de la cueva, inaccesible para otras especies animales.
Esos huesos fueron cuidadosamente depositados en esa cámara, afirma Lee Berger, líder del proyecto.
Esto no es un hallazgo casual; fue una acción deliberada.
La decisión del equipo de publicar sus hallazgos a través de la revista digital eLife antes de ser revisados por pares ha generado debate entre los expertos.
Algunos argumentan que esta práctica puede erosionar la rigurosidad científica, mientras que otros aplauden la transparencia y el acceso abierto al conocimiento.
Berger defiende su postura: Estamos permitiendo a la comunidad científica observar el proceso de revisión por pares.
Los hallazgos en Rising Star han generado una gran expectativa en el mundo científico.Esta es una nueva era para la paleoantropología, afirma Chris Stringer, experto en evolución humana del Museo Británico.
Nos confronta con la realidad de que otras especies humanas eran capaces de comportamientos complejos que antes pensábamos que eran exclusivos de nuestra especie.
El descubrimiento del Homo naledi y su posible práctica funeraria plantea preguntas cruciales sobre la naturaleza de la conciencia, la moral y el comportamiento humano.
¿Qué significan estos hallazgos para nuestra comprensión del lugar de los humanos en el mundo?Esta pregunta, como señala Berger, exige un diálogo global: Es un espacio cultural que no es humano moderno; no está en nuestro nivel.