Investigadores de la Universidad de Massachusetts Amherst han realizado un descubrimiento prometedor en el tratamiento del adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC), la forma más común de cáncer de páncreas, que tiene una tasa de supervivencia a cinco años desoladora.
El estudio, publicado en Science Translational Medicine, describe un novedoso sistema de administración de fármacos a través de nanopartículas para activar una vía inmunitaria en combinación con agentes dirigidos a los tumores.
El principal desafío en el tratamiento del cáncer de páncreas reside en su microambiente complejo, caracterizado por tejido denso que crea una barrera alrededor del tumor, impidiendo la formación de vasos sanguíneos y la infiltración de células inmunitarias.
La administración de fármacos es un gran reto debido a la arquitectura del microambiente de estos tumores difíciles de tratar, afirma Prabhani Atukorale, profesora adjunta de ingeniería biomédica en UMass Amherst y coautora del artículo.
Este entorno también bloquea la activación de las células inmunitarias del cuerpo y su penetración en el tumor.
Marcus Ruscetti, profesor en la Facultad de Medicina Chan de UMass y coautor del estudio, destaca que el cáncer de páncreas lamentablemente no responde a la mayoría de las terapias convencionales, como la quimioterapia o incluso la inmunoterapia, que ha revolucionado muchas terapias contra el cáncer en los últimos años.
En investigaciones previas, Ruscetti demostró que dos fármacos antitumorales –trametinib (inhibidor de MEK) y palbociclib/TP (inhibidor de CDK46)- pueden promover el desarrollo de vasos sanguíneos, permitiendo una mayor llegada de células T y quimioterapia al tumor.
Las células T no se activan de manera efectiva en presencia del microambiente tumoral.
Los investigadores idearon un método para engañar al sistema inmunológico para que perciba el tumor como una infección viral.
Se implementó la vía estimuladora de genes de interferón (STING), que reconoce infecciones virales y activa una respuesta inmune antitumoral robusta.
Para optimizar la activación de STING, se utilizó también la vía TRL4, que potencia los efectos de STING. Los investigadores encapsularon agonistas de STING y TRL4 en nanopartículas basadas en lípidos para superar el desafío de entregar estas sustancias químicas al microambiente tumoral.
Utilizamos materiales biocompatibles basados en lípidos para encapsular medicamentos que funcionan juntos funcionalmente, pero que no les gusta estar uno al lado del otro, explica Atukorale.
Podemos usar capacidades de ingeniería para incorporar varias funcionalidades para dirigirlos a donde necesitan ir.
Los resultados fueron alentadores: ocho de los nueve ratones experimentaron necrosis y reducción del tumor, y dos ratones exhibieron la completa eliminación del tumor.
Si bien aún se requieren más investigaciones, este estudio representa un avance significativo en la lucha contra el cáncer de páncreas.
Los tratamientos derivados de este hallazgo podrían aplicarse a otros tipos de cáncer como mutaciones del cáncer de colon, cáncer de pulmón, cáncer de hígado y colangiocarcinoma.
La naturaleza modular de este diseño permite personalizar las terapias para cada paciente: Es como conectar y usar, afirma Atukorale.
Podemos adaptar las proporciones de agonistas, las combinaciones de fármacos, las moléculas diana, manteniendo esencialmente la misma plataforma.