Un nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista Science propone un enfoque radicalmente distinto sobre la evolución del clima terrestre, cuestionando la percepción actual del cambio climático antropogénico.

La investigación, realizada por un equipo internacional de expertos de Estados Unidos y Reino Unido, analiza datos geoquímicos provenientes de más de 150.000 fósiles distribuidos a nivel mundial para reconstruir la temperatura global durante los últimos 485 millones de años.

Los resultados del estudio revelan una correlación directa entre las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) atmosférico y las temperaturas promedio globales, independientemente si se trataba de periodos cálidos o fríos.

De acuerdo con los autores, el CO2 ha sido el factor determinante en la regulación térmica de la Tierra durante millones de años.

Jessica Tierney, paleoclimatóloga de la Universidad de Arizona y coautora del estudio, afirma que el dióxido de carbono y la temperatura no sólo están estrechamente relacionados en la actualidad, sino que esta asociación se ha mantenido constante durante al menos 485 millones de años.

La investigación sugiere que la temperatura promedio global ha fluctuado entre los 11C y los 36C a lo largo del Fanerozoico, periodo geológico que abarca los últimos 540 millones de años.

Esta conclusión desafía las teorías predominantes sobre el cambio climático actual, que atribuyen el calentamiento global principalmente a la actividad humana y sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Los autores del estudio no niegan el impacto humano en el clima, pero apuntan que los cambios actuales se deben contextualizar dentro de un panorama geológico mucho más amplio donde las fluctuaciones térmicas han sido una constante.

A pesar de estas conclusiones, la investigación también destaca la urgencia de comprender mejor la evolución térmica de la Tierra a lo largo del tiempo para poder abordar adecuadamente el desafío del cambio climático actual.