Un reciente estudio publicado en la revista Nature ha revolucionado nuestra comprensión de la distribución del agua en los exoplanetas.
Los investigadores descubrieron que los océanos de magma fundido, comunes en muchos de estos mundos distantes, poseen la capacidad de disolver vastas cantidades de agua, la cual se desplaza hacia el núcleo del planeta junto con gotas de hierro.
Este hallazgo implica que la cantidad total de agua presente en los exoplanetas podría ser significativamente mayor de lo que se estimaba previamente.
Hasta ahora, nuestros modelos planetarios eran demasiado simples, explica Caroline Dorn, autora principal del estudio.
Pensábamos que el agua estaba principalmente en la superficie o en el manto, pero descubrimos que bajo las extremas presiones internas, el agua se mezcla con el hierro y se hunde hacia el núcleo.
Las simulaciones y modelos desarrollados por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich y la Universidad de Princeton demuestran que este proceso puede ser especialmente pronunciado en planetas más grandes, donde el hierro puede absorber hasta 70 veces más agua que los silicatos.
En algunos casos, se estima que hasta el 95% del agua de un planeta podría estar atrapada en su núcleo o manto inferior.
Este descubrimiento desafía la visión tradicional de que la mayor parte del agua reside en la superficie planetaria y plantea nuevas interrogantes sobre la habitabilidad de los exoplanetas.
Las mediciones actuales podrían estar subestimando la cantidad de agua presente, advierte Dorn.Si detectamos agua en la atmósfera, es probable que existan grandes cantidades ocultas en su interior.
El telescopio espacial James Webb podría ser fundamental para confirmar estas hipótesis y profundizar en nuestra comprensión del ciclo del agua en los exoplanetas.
El estudio del exoplaneta TOI270d, que muestra signos de interacción entre su océano de magma y su atmósfera, podría brindar pistas sobre la presencia de grandes cantidades de agua disuelta en su interior.
Este avance científico no solo redefine nuestras estimaciones sobre la cantidad de agua presente en los exoplanetas, sino que también tiene profundas implicaciones para la búsqueda de vida extraterrestre.
La posibilidad de que vastas reservas de agua se encuentren ocultas en el corazón de estos mundos distantes abre nuevas fronteras en nuestra exploración del universo y nos acerca un paso más a responder la pregunta fundamental: ¿Estamos solos?