Un inusual fenómeno climático se cierne sobre la provincia de Salta: la posibilidad de una lluvia negra.
Este evento, originado por la presencia de humo proveniente de incendios forestales en Bolivia, Brasil y Paraguay, podría afectar significativamente la región en los próximos días.
La lluvia negra se produce cuando las precipitaciones arrastran partículas contaminantes como cenizas y hollín, oscureciendo el agua de lluvia y generando alertas por sus posibles impactos en la salud humana y el medio ambiente.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido advertencias para varias provincias argentinas, debido a la combinación de humo proveniente de los incendios y frentes fríos que podrían desencadenar este fenómeno.
Las partículas contaminantes suspendidas en el aire, provenientes principalmente de incendios forestales, se mezclan con las gotas de lluvia, dando lugar a una precipitación oscura y con un alto contenido de material particulado, explica la meteoróloga especialista Ximena Pérez.
Estas partículas pueden ser perjudiciales para la salud humana, especialmente para personas con problemas respiratorios o cardiovasculares.
La lluvia negra no solo afecta la calidad del aire, sino que también puede provocar complicaciones respiratorias, alergias y irritación en los ojos y la piel.
Puede dañar los ecosistemas, afectar la agricultura y perjudicar infraestructuras.
Ante esta situación, las autoridades locales han recomendado a la población tomar precauciones para minimizar los riesgos asociados a la lluvia negra.
Algunas de estas recomendaciones incluyen evitar la exposición prolongada al aire libre, utilizar mascarillas N95 cuando sea necesario, cerrar bien las ventanas de las viviendas, y mantener un buen estado de higiene personal.
Es fundamental estar informados sobre el pronóstico meteorológico y seguir las indicaciones de las autoridades locales para proteger nuestra salud, afirma el médico especialista en neumonología, Dr. Alejandro García.
La amenaza de la lluvia negra en Salta pone de manifiesto la creciente interconexión entre los fenómenos climáticos y las actividades humanas, subrayando la necesidad de tomar medidas urgentes para mitigar el impacto del cambio climático en el planeta.