El fervor religioso se intensifica en Salta ante el inicio de las peregrinaciones que conducen a los fieles hacia el santuario del Milagro.
Miles de personas, motivadas por la fe y la devoción, emprenden caminos desafiantes para alcanzar la imagen milagrosa de la Virgen del Milagro.
Este año, como cada edición, las rutas se llenan de caminantes provenientes de diferentes puntos de Salta y provincias vecinas, llevando consigo oraciones, promesas y la esperanza de una experiencia espiritual enriquecedora.
La organización de estas peregrinaciones, en particular la de los Peregrinos de la Puna, ha puesto énfasis en el cuidado colectivo y la seguridad de los participantes.
Esta peregrinación no es para cualquiera, enfatiza un comunicado oficial.Requiere preparación física, responsabilidad y respeto por el sentido religioso del recorrido.
Las recomendaciones incluyen una evaluación médica previa, vestimenta adecuada para las condiciones climáticas extremas de la región, y un botiquín personal con elementos de primeros auxilios.
La peregrinación de los Peregrinos de la Puna, que se suma a otras como la de Santa Victoria Oeste y Antofagasta de la Sierra, es considerada una de las más desafiantes.
El trayecto abarca más de 500 kilómetros, atravesando zonas con altitudes superiores a los 4 mil metros sobre el nivel del mar, exponiendo a los caminantes al riesgo del mal de altura.
Es importante recordar que el objetivo principal es la unión con Dios a través del camino y no solo llegar al destino, señala un sacerdote encargado de brindar las bendiciones al inicio de las peregrinaciones.
La fe nos impulsa, pero debemos ser responsables con nuestra salud y bienestar.
El impacto emocional de estas peregrinaciones es palpable.
Testimonios de los participantes revelan una profunda conexión espiritual, la búsqueda de paz interior y la gratitud por la oportunidad de experimentar un encuentro íntimo con la religión.