El malestar en la administración pública provincial es palpable, especialmente entre los trabajadores nucleados en UPCN y ATE. Ambos gremios han convocado a un paro para el próximo día 12, argumentando una serie de incumplimientos por parte de la gestión provincial en materia salarial, laboral y de seguridad.
En un documento enviado al titular de la Secretaría de Trabajo, Alfredo Batule, los gremios detallan las principales demandas.
Entre ellas se encuentran: la falta de resolución en el proceso de ingreso a planta permanente de trabajadores bajo contrato de locación de servicios, especialmente en el Ministerio de Educación; la revisión del cuadro de cargos y la convocatoria a concursos para cubrir vacantes; la subrogación de funciones jerárquicas y la concreción del aumento salarial acordado que alcanzaría un 212% al cierre de la paritaria 2023.
Los gremios reclaman el pago de las diferencias salariales correspondientes a los meses de enero, febrero y marzo de 2024, producto de una mala liquidación.
También exigen la apertura de subcomisiones para abordar temas como la erradicación de violencia laboral y la higiene y seguridad en el trabajo, así como el cumplimiento de un decreto que regula las condiciones laborales de choferes.
La falta de respuestas por parte de las autoridades provinciales se traduce en una denegación al derecho de los trabajadores a ser reconocidos, afirma el documento presentado por UPCN y ATE. Ambos gremios señalan que la gestión gubernamental busca dilatar el proceso de resolución de demandas, lo cual alimenta la frustración e incertidumbre entre los empleados públicos.
Un sistema de salud en crisis
El sector salud también se une a las críticas.Los sindicatos que representan a los trabajadores de la salud provincial denuncian un deterioro progresivo del sistema y advierten sobre las consecuencias para la atención ciudadana.
La falta de inversión en infraestructura, medicamentos e insumos agrava una situación ya crítica, expresan desde los gremios.
La escasez de recursos básicos, sumada a la precaria alimentación que reciben los trabajadores, genera una atmósfera de desánimo y frustración.
El paro como último recurso
La medida de fuerza se presenta como un último recurso para presionar al gobierno provincial a tomar medidas concretas para resolver las demandas históricas de los trabajadores públicos.
La convocatoria a paro representa una muestra del descontento generalizado que permea la administración pública, poniendo en evidencia la necesidad de una respuesta efectiva por parte del gobierno.