El cierre del evento religioso Milagro 2024 en Salta dejó una imagen insólita: mientras los sacerdotes vestían sus túnicas blancas, un cura vestido completamente de negro observaba desde un balcón situado a la izquierda de la Catedral Basílica.
Este individuo se trataba de Loyola Pinto, el exorcista oficial designado para la provincia de Salta por el arzobispo Mario Cargnello en 2022.
La figura de Pinto ha generado gran interés debido a su inusual atuendo y al carácter reservado que envuelve su labor.
Su nombramiento, oficializado mediante un comunicado donde se le confiere el poder de expulsar demonios de las personas poseídas, lo convierte en una pieza clave en la gestión de casos extremos dentro del ámbito religioso salteño.
La presencia de Pinto durante el cierre del Milagro 2024 llamó poderosamente la atención de los asistentes.
Muchos especularon sobre el significado de su aparición pública, especialmente considerando que su trabajo se caracteriza por su absoluto anonimato.
Al respecto, un experto en fenómenos religiosos manifestó: El exorcismo es un tema complejo y poco conocido por la mayoría.
La presencia del exorcista en un evento público como el Milagro puede interpretarse como una señal de que las fuerzas oscuras son una realidad presente incluso en momentos de celebración religiosa.
La decisión de Pinto de asistir al evento, aunque discreta, ha abierto un debate sobre la visibilidad y la percepción pública del exorcismo.
Algunos consideran que su presencia sirve para recordar la existencia de males espirituales, mientras que otros ven en ella una forma de normalizar un tema que a menudo se asocia con lo tabú.