Un caso que ha conmocionado al mundo entero se encuentra ahora en juicio en Francia: un hombre está acusado de violar y drogar a su esposa durante una década, permitiendo además que 51 hombres más abusaran de ella.

La víctima, una mujer de 71 años, tomó el estrado por primera vez desde que se conocieron los hechos para relatar los escalofriantes sucesos de los que fue víctima frente a todos los acusados, quienes oscilan entre las edades de 26 y 74 años.

La desgarradora historia comenzó en 2011 cuando Dominique Pelicot, el esposo de la mujer, la empezó a sedar con dosis cada vez mayores hasta dejarla inconsciente.

Posteriormente, invitaba a desconocidos para que tuvieran relaciones sexuales con ella mientras lo filmaba.

Mi marido me sacrificó por estas obscenidades, afirmó Gisele durante la audiencia, entre llantos.Era como si estuviera muerta.

Gisele narró cómo sufría de grandes lagunas de memoria y pérdida de peso inexplicable. Le pregunté a mi esposo si me estaba drogando, a lo que él respondió: ¿De verdad crees que podría hacer eso?, contó Gisele.

Juntos acudieron a varios médicos en busca de una explicación para sus síntomas, creyendo que sufría una convulsión cerebral.

La verdad salió a la luz cuando Pelicot fue denunciado por grabar partes íntimas de otras mujeres en espacios públicos.

Estábamos en la cocina cuando él se sentó y rompió a llorar, relata Gisele.Dijo que había hecho algo tonto.

Le pregunté qué había hecho.Dijo que lo habían pillado en un supermercado filmando bajo las faldas de las mujeres.

El análisis del teléfono y la computadora de Pelicot reveló más de 20.000 videos y fotografías en una carpeta titulada abuso, donde se veía a más de 50 personas abusando sexualmente de Gisele mientras estaba inconsciente.

La mujer quedó convertida en ruinas por la traición de un hombre con el que estuvo casada durante 51 años, manifestó un portavoz del caso.

Las autoridades francesas identificaron unas 200 violaciones, de las cuales 90 fueron perpetradas por desconocidos reclutados por Dominique Pelicot a través de páginas web.

Los hechos ocurrieron entre julio de 2011 y octubre de 2020, en su mayoría en el domicilio de la pareja en el pueblo de Mazan.

Muchos de los sospechosos se han justificado alegando que creían que era una práctica consentida por la víctima.

Los videos muestran que todos hicieron todo lo posible por no despertarla y ninguno alertó a las autoridades.

Este caso ha generado un profundo impacto social en Francia, reabriendo el debate sobre la violencia de género y la impunidad con la que se cometen estos crímenes.