Los colegios privados de Salta atraviesan una profunda crisis financiera debido a la presión inflacionaria, el incremento en los costos operativos y los ajustes salariales docentes acordados en paritarias.
Esta situación se refleja en un aumento continuo de las cuotas escolares, generando preocupación entre los padres que ven cómo el acceso a la educación privada se torna cada vez más difícil.
Pablo Pereyra, titular de la Asociación de Establecimientos Educativos Privados de Salta (AEPSA), explica que el 85% de la cuota escolar se destina al pago de sueldos, por lo que es inevitable que los incrementos salariales se reflejen directamente en el costo para las familias.
A esto se suman las subas significativas en servicios básicos como luz y agua, así como en los alquileres, lo que empeora aún más la situación financiera de las instituciones educativas.
Somos todos inquilinos, relata Pereyra con resignación.De alguna manera estamos presos de los incrementos que se acuerden en las actualizaciones de los alquileres.
La AEPSA agrupa a 32 colegios laicos de Salta y sus directivos señalan que la situación es crítica, especialmente para aquellos que no reciben subvenciones estatales.
La presión económica también afecta a los colegios católicos subvencionados.Una madre de familia, cuyo hijo asiste a un colegio confesional del centro de Salta, manifestó su preocupación: Me informaron que en octubre deberá pagar 90 mil pesos por la cuota de primaria, cuando hasta este mes pagaba 75.120.
El incremento es de casi el 20%.Es difícil seguir así.No se puede aumentar la cuota al ritmo de la paritaria docente porque los sueldos del resto no van a ese ritmo.
El impacto emocional de esta situación también es palpable.La incertidumbre económica genera angustia en las familias y amenaza con desestabilizar aún más la cadena de pago de las instituciones educativas.
La migración de estudiantes hacia otras opciones educativas, ya sea por razones económicas o buscando un sistema público que se perciba como más accesible, es una consecuencia directa de esta crisis.
Según fuentes del sector educativo, alrededor del 15% de los alumnos ha solicitado el cambio a otras instituciones.
La morosidad en el pago de las cuotas ronda el 30%, agravando la situación financiera de las escuelas.
La subvención estatal juega un papel fundamental en la sostenibilitat de los colegios privados. Pereyra señala que mientras algunas instituciones reciben aportes del 75%, otras apenas alcanzan el 15%, generando una desigualdad notable y dejando a muchas escuelas sin recursos para afrontar los desafíos actuales.
Hay colegios católicos que hace 50 años reciben aporte y nosotros somos los últimos de la cadena, en medio de la crisis, lamenta Pereyra.
El futuro del sistema educativo privado en Salta se encuentra en un punto crítico.La falta de respuestas a las demandas financieras, la presión inflacionaria y la incertidumbre económica ponen en riesgo el acceso a una educación de calidad para miles de estudiantes.
Se necesitan soluciones estructurales que permitan garantizar la sostenibilidad financiera de los colegios privados y asegurar el derecho a la educación de todos los niños y jóvenes salteños.