La provincia de Salta enfrenta una preocupante realidad social: el abandono paterno se ha convertido en un fenómeno extendido y normalizado, dejando a miles de mujeres al frente de la crianza de sus hijos sin el apoyo económico ni emocional del padre.
Testimonios como el de Macarena, madre soltera que debe equilibrar su trabajo como esteticista con la atención constante de sus dos hijos, uno con autismo y otro con trastorno de déficit atencional e hiperactividad, son solo una muestra de esta problemática.
Soy manicurista, podóloga y estilista y a veces tengo que disminuir la cantidad de turnos porque mis hijos demandan todo mi tiempo, relata Macarena, quien vive al borde del colapso por la falta de apoyo.
Me resulta imposible pagar una niñera.A veces siento que estoy al borde del colapso, pero sigo luchando por ellos.
Según datos oficiales, en Salta hay un total de 356.433 hogares, siendo el 48.9% encabezados por mujeres.
Del total de hogares salteños, un 6%, equivalente a 20.857, se clasifican como monomarentales, donde mujeres sin pareja son las responsables del cuidado de niños menores de 18 años.
La edad mínima de una jefa monoparental es de 21 años y los hijos suelen tener entre 9 y 12 años.
Las principales causas de esta situación son la separación, el divorcio o el abandono paternal.
Está muy naturalizado en Salta el abandono paterno, afirma Florencia Soraire, antropóloga y representante de la Red de Familias Monomarentales en Salta.
Observé casos de parejas donde la mujer queda embarazada y el vínculo con el padre del niño se corta.
La especialista destaca que, aunque existen leyes para garantizar el derecho a la cuota alimentaria, su cumplimiento es deficiente.
Hay una cuestión fundamental: la falta de información, señala Soraire.Aunque el padre no trabaje en blanco, tiene la responsabilidad de pasar el 35% de un salario básico.
De dónde saca esa plata No importa porque tampoco a la mamá le preguntan de dónde va a sacar cuando tiene que valer como mamá y papá.
La canasta alimentaria para un niño menor de un año asciende a $352.561, mientras que para un niño entre 1 y 3 años llega a $418.064.
El aumento en el costo de la vida, con subidas en los alquileres, colegios y prepagas, se suma a esta difícil realidad.
La Red Federal de Familias Monomarentales busca generar un espacio para el apoyo y empoderamiento de las madres que crían solas.
Su objetivo es trabajar por una sociedad más justa y equitativa, donde la paternidad sea una responsabilidad compartida y los niños crezcan en un ambiente estable y seguro.