El opositor venezolano Edmundo González Urrutia ha llegado a España y solicitará asilo político, luego de un período de refugio en la Embajada de Países Bajos en Caracas.
La noticia fue confirmada por José Vicente Haro, abogado del dirigente opositor, quien declaró a la AFP que González Urrutia abandonó Venezuela junto a su esposa, Mercedes.
Fuentes cercanas al ex candidato presidencial indicaron que permaneció refugiado durante más de un mes en la embajada holandesa antes de trasladarse a España a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Española.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español comunicó que González Urrutia aterrizó en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, Madrid, y que se iniciarán los trámites para su solicitud de asilo político.
El gobierno español aseguró que esta decisión está alineada con su compromiso por los derechos políticos y la integridad física de todos los venezolanos, especialmente los líderes políticos.
La salida del dirigente venezolano se produce tras un período de tensión política en el país caribeño, marcado por acusaciones de fraude electoral y represión contra la oposición.
González Urrutia había solicitado asilo político ante las amenazas y persecución del régimen chavista, según declaraciones de su entorno.
Reacciones a la llegada de González Urrutia
La decisión del gobierno español ha generado reacciones divididas en el panorama político nacional.
Mientras que algunos sectores aplauden la protección brindada al opositor venezolano, otros critican la medida, argumentando que se trata de una ayuda al régimen chavista y no a la democracia venezolana.
Este asilo no es un favor a la democracia, sino un beneficio para la dictadura de Maduro, declaró un portavoz del partido conservador español.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Países Bajos, Caspar Veldkamp, explicó en una carta dirigida al Parlamento que la decisión de acoger a González Urrutia se tomó tras una petición urgente realizada el día siguiente a las elecciones en Venezuela, con la intención de garantizar su seguridad y permitirle continuar su lucha por la democracia.
La situación actual de González Urrutia pone en evidencia las complejidades de la crisis política venezolana y los desafíos que enfrentan los opositores al régimen.
Su destino en España dependerá del análisis de su solicitud de asilo y de la evolución del panorama político venezolano.