Investigadores han descubierto un mecanismo neurobiológico que explica por qué el consumo de alcohol en grupo produce efectos diferentes a su ingesta individual.

Un estudio publicado en Addiction Biology desvela el papel crucial del receptor de dopamina D1 en la intensificación de las respuestas placenteras asociadas al alcohol cuando se bebe en compañía.

La investigación, liderada por KyungAn Han, bióloga de la Universidad de Texas, utilizó moscas de la fruta como modelo para estudiar el comportamiento humano frente al alcohol.

Los entornos sociales influyen en la forma en que las personas reaccionan al alcohol, pero no había ningún estudio que explicara cómo y por qué ocurre esto, explica Han.

El equipo descubrió que las moscas expuestas al etanol en grupo mostraban un aumento significativo en su actividad motora, a diferencia de las moscas que bebían solas, que solo presentaban un ligero incremento.

Para comprender el mecanismo subyacente, los investigadores analizaron la participación de la dopamina, una molécula cerebral relacionada con el placer y la motivación.

Los resultados revelaron que las moscas con niveles elevados de dopamina exhibieron una respuesta aún más intensa al etanol en entornos sociales.

Demostramos que tanto el entorno social como la dopamina actúan juntos para aumentar la respuesta del insecto al etanol, afirma Han.

El receptor D1 de dopamina resultó ser el principal responsable de esta interacción.
Nuestro trabajo aporta conocimientos científicos que respaldan la idea de que el cerebro interpreta y procesa el entorno social de una persona, haciendo converger esa señal en el sistema de dopamina, que también se activa con el consumo de alcohol, afirma el Dr. Paul Rafael Sabandal, profesor de ciencias biológicas y coautor del estudio.

Este descubrimiento podría ser crucial para comprender cómo la interacción social influye en la vulnerabilidad al trastorno por consumo de alcohol (TCA), una enfermedad que afecta a millones de personas alrededor del mundo.

Los investigadores planean continuar explorando las complejidades del receptor D1 para desarrollar estrategias más efectivas para abordar el problema del abuso de alcohol.