Un alarmante informe elaborado por las Universidades Nacionales de Río Negro y San Martín revela la precaria situación salarial que viven los trabajadores universitarios, con consecuencias profundas para su bienestar económico y emocional.

Las cifras son contundentes: más del 85% de los docentes y el 60% de los no docentes se encuentran por debajo de la línea de pobreza.

Esta realidad se agrava al constatar que entre diciembre de 2023 y julio de 2024, los salarios perdieron un 33,3% de su poder adquisitivo, mientras que la inflación alcanzó el 134,5% y la recomposición salarial apenas llegó al 56,9%.

La situación es insostenible, declara el Dr. Juan Pérez, docente de la Universidad Nacional de Río Negro, quien destaca que la pérdida salarial en el ámbito universitario es la más alta en comparación con el sector privado, estatal y no registrado.

Esta disparidad genera una profunda angustia entre los universitarios, quienes ven vulnerados sus derechos laborales y su capacidad para afrontar las necesidades básicas.

El informe también señala que a pesar de la actualización de gastos operativos tras la Marcha Federal Universitaria realizada en abril, los salarios siguen siendo retrasados.

Ante esta situación, se exige con urgencia la sanción de la Ley de Financiamiento Universitario, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados y será tratada en el Senado.

La Ley de Financiamiento Universitario es crucial para garantizar la estabilidad económica del sector universitario, afirma la Dra.

María López, representante de la Federación de Universitarias Argentinas.Esta ley permitirá una distribución equitativa de los recursos, asegurando un mejor sistema educativo e investigadores con condiciones dignas.

A lo largo de este año, las universidades han enfrentado dificultades cada vez mayores. En febrero se advirtieron problemas para afrontar los pagos de funcionamiento; en marzo, la Marcha Federal Universitaria vislumbró la gravedad del problema; aunque en mayo se actualizaron los gastos operativos, junio y julio no trajeron novedades sobre recomposición salarial, becas, presupuesto de ciencia y técnica ni obras.

La situación actual ha llevado a la convocatoria de un Paro Nacional Universitario para los días 12, 20 y 21 de agosto, con el objetivo de presionar por la sanción de la Ley de Financiamiento Universitario y una solución urgente a la crisis salarial que afecta al sector universitario.