La extracción de dos ejemplares arbóreos de la vereda de calle San Martín, ubicada en el casco histórico de Cafayate, ha generado un intenso debate entre vecinos y autoridades locales.

El municipio justifica la decisión aludiendo a daños que los árboles causaban a las aceras, pero concejales y residentes cuestionan la necesidad de talar los ejemplares, argumentando que forman parte del patrimonio cultural de la ciudad.

La Dirección de Ambiente municipal, liderada por Fernanda de la Zerda, confirmó en rueda de prensa el final de una campaña de poda iniciada en mayo.

De acuerdo con la directora, la autorización para la tala se otorgó tras un análisis del estado de las veredas.

Observamos daños considerables causados por las raíces de los árboles, explicó De la Zerda.
concejales que visitaron el lugar expresaron su discrepancia con esta evaluación.

En declaraciones a medios locales, afirmaron no haber detectado daños significativos en las aceras y cuestionaron la legitimidad de la autorización para talar los árboles.

Consideramos que se trata de ejemplares de gran valor histórico y estético para nuestra ciudad, declaró un concejal anónimo.

Ante el rechazo popular, la Municipalidad anunció la próxima extracción de plátanos a solicitud de vecinos.

Para compensar la pérdida de estos árboles, De la Zerda informó que se ha adquirido una nueva plantación de 90 ejemplares de menor porte.

La intención es reforestar las zonas afectadas con especies más adaptadas al entorno urbano.
La polémica suscitada por la tala de los árboles en Cafayate refleja un conflicto común en ciudades con patrimonio histórico: el equilibrio entre la modernización urbana y la conservación del legado cultural.

El debate abre una ventana a la necesidad de establecer políticas públicas que contemplen las voces de todos los actores involucrados, priorizando la sustentabilidad ambiental y el cuidado de la identidad local.