Un nuevo estudio publicado ha desvelado una preocupante tendencia en aumento: las infecciones resistentes a los antibióticos, conocidas como superbacterias, podrían causar más de 39 millones de muertes entre 2025 y 2050.
Este escenario catastrófico se basa en un exhaustivo análisis que abarca datos desde 1990 hasta 2021, cubriendo 204 países y territorios, revelando la magnitud global del problema.
La resistencia antimicrobiana (RAM), impulsada por el uso excesivo y inadecuado de antibióticos en humanos, animales y plantas, constituye una amenaza grave para la salud pública, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las proyecciones indican que en 2050, las muertes directamente atribuibles a la RAM ascenderán a 1,9 millones, mientras que las muertes asociadas podrían alcanzar los 8,2 millones.
El estudio, que analizó más de 520 millones de registros individuales, descubrió que la carga de la resistencia varía significativamente según la región.
Asia del Sur, América Latina, el Caribe y África subsahariana se encuentran entre las zonas más afectadas, con un impacto desproporcionado en poblaciones que ya enfrentan dificultades para acceder a atención médica adecuada.
Una tendencia preocupante observada por los investigadores es el aumento de muertes relacionadas con la RAM en personas mayores de 50 años, mientras que en menores de 15 años ha disminuido gracias a campañas de vacunación y mejoras en las condiciones sanitarias.
Chris Murray, líder del estudio, explica que el envejecimiento de la población y el incremento de enfermedades crónicas como la diabetes aumentan la vulnerabilidad frente a infecciones graves en adultos mayores.
El caso del Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) ilustra la gravedad del problema.
Las muertes atribuibles a esta bacteria se han duplicado desde 1990, alcanzando las 130.000 en 2021, lo que evidencia la consolidación de ciertas combinaciones patógeno-fármaco como principales motores de la crisis global de la RAM.
Los científicos han planteado tres escenarios para el futuro: un escenario pesimista donde la situación actual persiste, uno optimista donde se desarrollan nuevos fármacos contra patógenos gramnegativos y uno ideal donde se mejora la calidad del sistema sanitario global con acceso equitativo a antibióticos y atención médica.
Este último escenario podría evitar hasta 92 millones de muertes acumuladas.
No obstante, el camino hacia este futuro positivo exige una acción urgente e internacional.
Se necesita una inversión significativa en investigación y desarrollo de fármacos nuevos, políticas sanitarias coordinadas a nivel global y la promoción del uso responsable de los antibióticos en todos los sectores.
La batalla contra las superbacterias es una lucha por la salud pública mundial que requiere una respuesta contundente y un compromiso colectivo.