Tras ocho días de incertidumbre, el Consejo Nacional Electoral (CNE) entregó las actas de la reciente elección presidencial ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

Este acto, solicitado por el máximo tribunal y acusado por la oposición de responder al oficialismo, busca certificar la reelección del presidente Nicolás Maduro, quien obtuvo el 52% de los votos según el CNE.
la oposición cuestiona fuertemente estos resultados, asegurando que hubo fraude electoral masivo durante las elecciones celebradas el pasado 28 de julio.

María Corina Machado, líder opositora y quien se encuentra en clandestinidad por temor a su vida, denunció que poseen pruebas contundentes de irregularidades en los comicios y exige la publicación de las actas completas de votación.

El pueblo venezolano merece elecciones transparentes, afirmó Machado durante una reciente manifestación en Caracas donde miles de personas expresaron su rechazo al proceso electoral.

Este conflicto político ha generado una profunda crisis en el país, con protestas violentamente reprimidas por las fuerzas del orden que han dejado al menos 11 civiles fallecidos, según informes de organizaciones defensoras de los derechos humanos.

La detención de 2.000 personas por parte del gobierno venezolano ha alimentado las tensiones y la preocupación internacional.

Mientras algunos países como Perú, Argentina, Uruguay, Ecuador, Costa Rica y Panamá han reconocido a Edmundo González Urrutia, candidato presidencial opositor, como el ganador legítimo de las elecciones, otros como Rusia y China han respaldado la reelección de Maduro.

La comunidad internacional se encuentra dividida ante esta situación.Estados Unidos, por su parte, ha instado al gobierno venezolano a iniciar conversaciones sobre una transición pacífica hacia un sistema democrático.

Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, declaró: Seguimos pidiendo transparencia y la publicación de los recuentos de votos detallados.

La Unión Europea también ha expresado su rechazo a los resultados electorales.
El canciller venezolano, Yván Gil, acusó a Estados Unidos de ser el instigador de un intento de golpe de estado y rechazó las críticas internacionales sobre la legitimidad del proceso electoral.

La entrega de actas al TSJ no parece resolver la crisis política venezolana, sino que profundiza la polarización y alimenta los temores de una escalada de violencia en el país.