Un tribunal oral federal resolvió absolver a cuatro comandantes de Gendarmería Nacional que eran juzgados por la muerte de 43 gendarmes en un accidente ocurrido en Rosario de la Frontera el 14 de diciembre de 2015.

El siniestro, considerado el mayor número de efectivos fallecidos en cumplimiento del deber en la historia de la institución, ocurrió cuando un micro con destino a Jujuy sufrió una rotura de neumático y cayó desde un puente.

Los acusados, Elio Rafael Méndez, Ramón Antonio Maidana, Juan Carlos Bordón y Juan Carlos German, ocupaban cargos de responsabilidad dentro del Destacamento Móvil 5 de Santiago del Estero.

A ellos se les atribuía la responsabilidad por la tragedia, pero el tribunal determinó que no existía un vínculo directo entre sus roles y el accidente.

Se les achacó responsabilidad solamente por su condición de jefes, sin hacer un análisis sobre el rol que cada uno desempeñaba, el lugar donde se encontraban prestando servicios y la información con la que contaban, explicó el abogado Marcelo Arancibia, defensor del comandante German.

Arancibia argumentó que su cliente, encargado de control y supervisión, no tenía relación directa con la preparación del viaje a Jujuy, ya que el oficial Jefe de Logística estaba destinado en Santa Fe. En el caso de Bordón, se destacó que al momento del accidente se encontraba afectado a otra comisión en el Operativo Frontera Norte, en Orán, Salta, y su función específica era el área personal.

El tribunal también rechazó la acusación de que los jefes eran responsables por no asegurar que los vehículos tuvieran la Revisión Técnica Vehicular Obligatoria (RTVO).

Según la resolución, los vehículos de Gendarmería se encontraban exentos de esta obligación, según una disposición del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La sentencia fue recibida con indignación por familiares de las víctimas, quienes expresaron su descontento y realizaron protestas en el exterior del tribunal.